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Manifiesto por la despatologización Trans

Desde No Binaries creemos que es necesario deconstruir el discurso médico binarista que se generó en el siglo XIX en base a la capacidad reproductiva de los cuerpos. Este discurso que cataloga como desviación o patología un cuerpo no normativo o trans es el mismo que patologizaba la homosexualidad o cualquier tipo de sexualidad no asociada directamente a la reproducción del ser humano. El origen es el mismo, una opresión que tiene un origen histórico y que hay que superar para recuperar el control y la libertad de nuestras corporalidades.

La OMS despatologizó en 2018 la transexualidad, sin embargo pasó a denominarse incongruencia de género y ha seguido manteniendo todas las estructuras y marco sociocultural intacto. Esto supone tratar la cuestión trans como incongruencia con el propio cuerpo. Esta incongruencia no está en las personas, sino en un cistema binario que clasifica a estas incluso antes de nacer, asignándoles hombre/mujer en conceptos de género además encorsetados y violentos. La lucha por la despatologización es también la lucha por una nueva simbología y un discurso que rodea a las disidencias cuerpo y género ,que quieren y necesitan ser escuchadas y también por el respeto a las formas de transicionar o no, todas ellas válidas.

Es la lucha contra un sistema de dominación cisheterosexual y binarista, que jerarquiza transiciones desde una mirada interseccional construida a través de discursos igualmente racistas, edadistas, capacitistas, clasistas y machistas, cuyas violencias pueden solaparse.

Ser trans no es ser incongruente. La despatologización es ser dueñes de nuestros cuerpos, es tener la voz en todos aquellos lugares donde nos trataron en calidad de objeto y convertirnos en el sujeto político. El discurso de lo que significa ser trans debe dejar de estar en manos médicas e institucionales y pasar a las nuestras y al control de nuestros cuerpos e identidades, autogestionables, donde les  profesionales sólo sean facilitadores. a ampliación del marco cultural y material para la consideración y lucha de las personas con discapacidad, neurodivergentes y salud mental en contra de una sociedad meritocrática, cuerdista y productivista que rechaza a quien no es “funcional”. La despatologización debe suponer un cuestionamiento de pilares naturalizados en la propia sociedad y donde la base también es la educación.

Desde NBE demandamos que:

  • Los procesos hormonales y de atención psicológica tienen que consistir en una decisión individual independiente a la identidad de género, es decir equiparar los derechos de acceso a tratamientos personalizados. Necesitamos el derecho a que se nos reconozca nuestra identidad de género sin que eso signifique poner en riesgo factores como la fertilidad o la sensibilidad del cuerpo, o someternos a tratamientos médicos que traten de recortar quienes somos para entrar dentro un canon / passing que nos patologiza desde el primer momento. En definitiva el control de nuestros cuerpos. 
  • Se erradiquen los diagnósticos de disforia de género y cualquier conducta patologizante y/o binarista en el sistema médico, concretamente en las U(T)IG adoptando modelos facilitadores, de acompañamiento personalizado y de asesoramiento, con una atención sanitaria respetuosa con la diversidad trans, que sea común a la ciudadanía, sin segregación y de cercanía. Buscando otro nombre para estas unidades que no tenga las connotaciones patologizantes históricas que tienen las mismas.
  • Se elaboren protocolos de inclusión de las realidades trans y cuerpos disidentes en el sistema médico a todos los niveles y especialidades (endocrinología, atención primaria, ginecología, urología, etc.) dando formación curricular específica a profesionales en función de su especialidad o puesto, escuchando las voces trans y sus realidades y vivencias.
  • Se hagan políticas que erradiquen la prácticas patologizantes y binaristas en todos los ámbitos de la sociedad (deportivo, educativo, etc.).